¿Te has sentido abrumado pensando en el futuro del planeta? ¿Estás lidiando con pesadillas recurrentes de un colapso climático? Bueno, es posible que estés sufriendo de Eco-Ansiedad y no eres el único.
No es ningún secreto que estamos enfrentando uno de los mayores desafíos de nuestros tiempos o quizás mejor dicho: nuestro futuro. No pasa un día sin que nos enfrentemos a la supuesta fatalidad del cambio climático que se aproxima rápidamente, ya sea por hallazgos científicos que nos instan a dirigirnos hacia soluciones de energía sostenible, a películas de Hollywood que pintan imágenes hiperrealistas de lo que el futuro cercano tiene preparado para nosotros. Sopas de plástico, deforestación, el derretimiento de los casquetes polares: un reloj catastrófico parece estar funcionando a un ritmo más rápido que nuestro planeta gira alrededor de su sol hostil. Para algunas personas se está volviendo insoportable, lo que lleva a sentimientos muy reales de impotencia y ansiedad; Eco-Ansiedad
¿Qué tiene que ver el amor con esto?
En su libro “Earth Emotions”, Glenn A. Albrecht habla sobre cómo las presiones del desarrollo y el cambio climático influyen en nuestra relación emocional con la Tierra. Esta relación se compone de las mismas emociones que cualquier relación que experimente, la ansiedad es una parte importante del paquete.
“Earth Emotions” nos introduce a nuevos términos como ‘Biofilia’, , que significa amor por la naturaleza en todas sus manifestaciones y en palabras del biólogo E.O. Wilson, “una afinidad innata y genéticamente determinada de los seres humanos con la Tierra”. Y un término acuñado por el propio Albrecht llamado ‘Solastalgia’, que significa una forma de angustia mental o existencial causada por el cambio ambiental. Síntomas que son familiares para aquellos experimentados y expresados por el Eco-Ansioso.
En su escrito, Albrecht propone un cambio dramático del actual ‘Antropoceno’ dominado por los humanos (la era geológica en la que la actividad humana es la influencia más dominante en el medio ambiente y el clima) en uno que trata sobre una relación mutuamente beneficiosa con la Tierra, que él llama el ‘simbioceno’. Compuesto por las palabras ‘Antropoceno’ y ‘Simbiosis’, la última representa una relación cercana y a largo plazo entre dos organismos biológicos diferentes que forman un equilibrio que es vital para su supervivencia.
Visual tomado de “Bienvenido al Antropoceno”, una película encargada por la conferencia Planet Under Pressure en 2012. La película es una línea de tiempo animada e infografía de la transición de la Tierra al Antropoceno desde la revolución industrial hasta nuestros días.
La paradoja eco-ansiosa
Es aquí donde se hace evidente la posición imposible del Eco-Ansioso No quieren nada más que perder su ‘Solastalgia’ (angustia causada por el cambio ambiental), entrar en este ‘Simbioceno’ y comenzar la relación amorosa mutua con la Tierra y la naturaleza lo antes posible. Pero es porque esta tarea parece tan completamente imposible e inútil que se sienten atrapados e impotentes, alimentando su ‘Solastalgia’ solo un poco más.
Desde el lanzamiento del periódico, sus hallazgos han provocado que las personas renuncien a sus trabajos para convertirse en eco-activistas, y otros para buscar ayuda profesional.
Un buen ejemplo de lo que provoca estas respuestas es ‘Una Adaptación Profunda, un Mapa para Navegar la Tragedia Climática’, , publicado en 2018 por el profesor Jem Bendell, que se ha vuelto viral, llegando a casi 100.000 personas y contando. Desde el lanzamiento del periódico, sus hallazgos han provocado que las personas renuncien a sus trabajos para convertirse en eco-activistas, y otros para buscar ayuda profesional. Con sus datos contundentes sobre la crisis climática, el periódico escribe sobre la aterradora evidencia que Bendell encontró sobre el tema y sus efectos devastadores en un futuro muy cercano. Mezclados con imágenes de olas de plástico golpeando playas en Indonesia, osos polares malnutridos hurgando en los derretidos aviones de hielo y ciudades metropolitanas cubiertas de espesa niebla, no es de extrañar que el Eco-Ansioso sienta que no se puede encontrar una solución.
ENTONCES, ¿NO HAY Pájaros?, ¿NO HAY AVIÓN?, ¿NO HAY SUPERMAN?
¿Significa esto que no hay nada que podamos hacer? ¿Que deberíamos sentarnos con miedo e impotencia mientras el apocalíptico final de Hollywood se convierte en realidad? Parece que la generación de hoy tiene la respuesta a esas preguntas o, al menos, las exige a los políticos de todo el mundo. El 10 de enero, más de 3.000 jóvenes salieron a las calles de Bruselas pidiendo una acción climática fuera del Parlamento Europeo. Y no fueron los únicos, en todo el mundo, los estudiantes adolescentes levantaron sus puños y voces en una demanda de cambio inspirada en la protesta individual de la estudiante sueca de 16 años y nominada al Premio Nobel de la Paz, Gretha Thunberg. Thunberg llegó a los titulares suecos con su Skolstrejk för klimatet (“Huelga escolar por el clima”) que la vio protestar frente al parlamento sueco en Estocolmo en agosto de 2018.
Greta Thunberg frente a la casa del parlamento sueco agosto de 2018
DISEÑANDO NUESTRA SALIDA DE LA ANSIEDAD Y HACIA EL FUTURO
Entonces, tal vez el futuro no sea tan sombrío, hay esperanza por encontrar. Esperanza en forma de personas que se unen, decididas a cambiar los “poderes fácticos” hacia un futuro sostenible. Colectivos que encienden y promueven el discurso volviendo a acceder a los procesos del pasado y diseñando nuevas soluciones, forzando resultados progresivos. Resultados que nos llevarán a una relación simbiótica con nuestro planeta y convertirán la ansiedad en acción, un paso consciente a la vez.
Sucede que What Design Can Do ha tenido el placer de conocer gente que está haciendo exactamente eso; desde expertos en nuestro escenario con sus historias inspiradoras, hasta jóvenes diseñadores y emprendedores sociales dispuestos a hacer realidad sus conceptos y proyectos de energía limpia. Apoyamos ideas innovadoras y progresivas que pueden marcar una diferencia significativa en el futuro previsible, dándoles el poder del impacto y posibilidad durante nuestros diversos desafíos, como el Climate Action Challenge y el Clean Energy Challenge.
Con el proyecto Evocco de Counting Carbon como ejemplo, un asistente de compras inteligente basado en la web que permite a los consumidores comprar productos alimenticios más ecológicos. Lo hace clasificando los productos según factores como las emisiones de gases de efecto invernadero, la pérdida de hábitat y el uso del agua, por nombrar algunos. Ayudándonos a encontrar los alimentos más nutritivos para el menor impacto ambiental: simplemente escanea tu recibo para tomar diferentes decisiones en el futuro.
Evocco es un asistente de compras personal que te dice qué productos tienen la huella de carbono más pequeña o más grande
Del mismo modo, Dronecoria: una plataforma de código abierto configurada para replantar árboles con precisión mediante el uso de la tecnología de drones. Una solución posiblemente esencial, ya que la investigación estima que la plantación de árboles en todo el mundo podría reducir dos tercios de las emisiones de CO2 emitidas a la atmósfera por la actividad humana.
La tecnología de drones de código abierto de Dronecoria le permite construir un dron que siembra semillas con precisión, posiblemente ayudando a plantar árboles y restaurar bosques
Junto con soluciones como el reciclaje de plástico y la distribución precisa de semillas, es igualmente importante repensar la forma en que educamos. Ganadores del Climate Action Challenge, The Change Rangers, han hecho de su misión enseñar a la próxima generación técnicas importantes y conscientes del clima para el futuro de una manera divertida y atractiva.
The Change Rangers tienen diferentes subdivisiones que se pueden estudiar. Desde ciencia hasta saber cómo manejar emergencias.
AQUÍ VIENEN LOS ECO-POSITIVOS
Conoce al resto del What Design Can Do Alumni aquí, para obtener más información sobre sus historias y proyectos; en busca de inspiración y esperanza: arrojando luz al final del túnel lleno de smog.